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(CUARTA PARTE)

MONFORTE DE LEMOS

EL ESCORIAL GALLEGO - FUNDADOR E HISTORIA

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(Última actualización:27-11-2022)
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El Colegio del Cardenal (en honor a su fundador, el Cardenal Rodrigo de Castro), también se conoce como Colegio de Nuestra Señora de la Antigua (según deseo de su fundador), Escolapios de Monforte (por ser la orden que dirige el Colegio desde 1873), Colegio de la Compañía (porque la Compañía de Jesús dirigió inicialmente el colegio hasta su expulsión de España en el año 1767 por orden de Carlos III) o El Escorial Gallego (es de estilo herreriano y al igual que el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, tiene la iglesia en el centro de la fachada principal y la cúpula de la iglesia es similar).

ÍNDICE DE LA CUARTA PARTE

CUARTA PARTE

EL FUNDADOR DEL COLEGIO

(Índice General - Horario visitas - Interés - BIC 

Arquitectura externa e Interna visitable)

(Iglesia del Colegio)

(Museo del Colegio)

ÍNDICE CUARTA PARTE

EL FUNDADOR DEL COLEGIO

El Colegio se construyó bajo el patrocinio del cardenal Rodrigo de Castro Osorio. Era hijo de la III Condesa de Lemos doña Beatriz de Castro, “A Fermosa” de la cual se decía:

          "De las carnes, el carnero,

          de los pescados, el mero,

          de las aves, la perdiz,

          de las mugeres, la Beatriz"

Su padre fue el conde don Álvaro Osorio.

Por propia iniciativa y siguiendo una costumbre común en el siglo XVI hizo prevalecer su apellido materno, de ahí que se le conozca por Rodrigo de Castro Osorio.

Era hermanastro del IV  Conde de Lemos (Fernando Ruiz de Castro Osorio y Portugal) y tío-abuelo del VII Conde de Lemos (Pedro Fernández de Castro y Andrade).

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Su escudo de armas era cuartelado con las armas de Castilla León, seis roeles azules en campo de plata, emblema de los Castro, dos lobos sanguíneos en campo de oro, de los Osorio, orladas de escudetes mantelados con castillos y leones, símbolo de su dignidad por lambraquines, con la cruz prelacial y el capelo cardenalicio, con veinte borlas en los cordones, con un rodado de 71 mm de módulo, con las armas arzobispales en el centro y grabada en relieve la inscripción:

RODERICVS * DG * PRESB * CARD * DE * CASTRO * BASILICA * DVODECIM * APOST * ARCHIEPS * HISPALENS

Nació el 5 de marzo de 1523. No se sabe con seguridad su lugar de nacimiento pues, no se ha encontrado su partida de nacimiento. Unos historiadores dicen que nació en Monforte y otros dicen que en Valladolid. Su principal biógrafo Armando Cotarelo Valledor dice: “como gallego se le consideró en su tiempo y el mismo por tal se tenía y se reputaba”. Cotarelo considera que nació en Valladolid por encontrarse ocasionalmente allí su madre con motivo de ciertos pleitos. Lo que sí es seguro es que pasó su infancia y parte de su adolescencia en Monforte hasta que en 1541 con 18 años, se fue a la Universidad de Salamanca para realizar estudios superiores en Leyes.

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Según Cotarelo, era “alto de cuerpo, enjuto de carnes, serio de rostro, dulce de mirada, grave de movimientos, parco de ademanes y, como los eclesiásticos de su tiempo, llevaba el pelo corto y la barba en punta”

Terminados los estudios se dedica a viajar por casi toda España, luego visita Portugal, Francia, Italia, Flandes, Alemania e Inglaterra. La experiencia adquirida hace que Carlos I lo llame para acompañar a su hijo Felipe (posteriormente Felipe II) en un recorrido por Europa. El viaje duró 8 meses y el príncipe Felipe se percató de los valores personales de Rodrigo.

Terminado el viaje, Rodrigo vuelve a la Universidad de Salamanca para licenciarse en Cánones en 1552..

Fue secretario del IV Conde de Lemos cuando éste era el representante de Carlos I en el Vaticano.

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Coronado rey Felipe II, en 1596 hace a Rodrigo miembro del Consejo de Estado de España y le encomienda importantes misiones diplomáticas en el extranjero. Posteriormente, lo mantiene en el cargo Felipe III.

Fue un hombre del Renacimiento, amante de los libros, filántropo y promotor de las artes. Muchos autores lo consideran como el último gran príncipe eclesiástico.

Según German Vázquez “Fue uno de los españoles más esclarecidos de su tiempo y uno de los espíritus más cultivados del siglo de oro español. Su ingenio rivalizó con su virtud y con su caridad y a igual altura rayó siempre su magnificencia. Por sangre y por hacienda fue gran señor, y por su dignidad, antigüedad y merecimientos, la primera figura eclesiástica de la vida española de sus días”.

Después de cuatro años, Rodrigo regresa a España, en concreto a Cuenca, donde era obispo su hermano Pedro. Siente cierta fatiga por las cosas del mundo y de la corte y asesorado por su hermano, inicia los estudios eclesiásticos.

Es ordenado sacerdote en 1559 y destinado a Galicia disfrutando de beneficios sin residencia de San Payo, Santa Tecla y Santa María  de Abelenda en las tierras de Caldelas (Orense),San Martín da Coba (Saviñao), San Martín de Pantón y San Vicente de Pinol, los cuatro últimos en la Tierra de Lemos. A través de ecónomos concertados percibió los correspondientes frutos durante muchos años según declara en su testamento.

Durante medio año de 1959 fue elegido canónigo y chantre de la Iglesia de Cuenca.

Ejerció de Juez de la Inquisición durante quince años (1558-1573) y por su prestigio, durante trece de ellos, fue miembro del Supremo Consejo de la Inquisición española.

En 1573 fue designado para el obispado de Calahorra (12.000 ducados de renta), pero no tomó posesión pues, de inmediato fue promovido al de Zamora (20.000 ducados de renta), siendo consagrado solemnemente en San Jerónimo el Real, en Madrid, el 7 de noviembre de 1574.

En 1578 es nombrado obispo de Cuenca que en aquella época era una las sedes principales de España (47.000 ducados de renta).

En 1581 es nombrado arzobispo de Sevilla que era la sede más importante de España después de la de Toledo. Sus rentas se cifraban en 120.000 ducados anuales , deducidas las pensiones.

En 1583 es nombrado cardenal por el papa Gregorio XIII.

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Le gustaba el arte (es un mecenas de artistas), el lujo, la caza,...sus sirvientes, criados y colaboradores eran exclusivamente gallegos, se decía irónicamente que aquel cabildo celebraba sus sesiones en gallego. Pero, por otro lado, era generoso y muy humano: crea una residencia para chicas en situación difícil, lucha para que el trato en las prisiones sea más humano, ayuda al clero pobre y a la construcción y mejora de templos, colegios, hospitales y asilos. En un soneto escrito en Monforte, Luis de Góngora se refiere a él como

          "Sacra erección de príncipe glorioso,

          que ya de mejor púrpura vestido;

          rayos ciñe de luz, estrellas pisa"

Retrato del cardenal en la pinacoteca-WE

En 1590 sufre una grave enfermedad y durante su convalecencia decide crear una institución docente en Monforte. Contacta con los jesuitas para que se encargasen de su dirección y que fuese centro de cultura para Galicia y en él se enseñase a

“leer y escrivir y Gramatica rectorica y artes a todos los niños y personas que lo fueren a aprender y oyr sin les pedir ny llebar por ello yntereses ny otra cossa alguna”.

y se pusiese bajo la advocación de Nuestra Señora de la Antigua.

Encarga a su hermano Fernando Ruiz de Castro (VI conde de Lemos) la ubicación del centro.

TESTAMENTO

En mayo de 1593 peregrina a Santiago haciendo escala en Madrid en donde formula la escritura de fundación del colegio de Monforte, donde estipula que se enseñarán primeras letras, Gramática, Retórica, Artes y Teología. Urgentes requerimientos cortesanos impiden que pueda pasar por Monforte.

No obstante, al año siguiente (1594), visita Monforte hospedándose en el convento de San Antonio, en el cual, redacta testamento. Entre otras, dispone la fundación de un Colegio de la Compañía de Jesús, dotándolo de bienes económicos y artísticos y cediéndole su biblioteca, la plata y ornamentos de su capilla, varios cuadros entre ellos dos Grecos y siete tablas de Andrea del Sarto. Deja dispuesto el Patronato perpetuo y hereditario del colegio que queda vinculado y ligado al título del Condado de Lemos y sus sucesores.

Dicta normas para que el Colegio alcance en Galicia puesto supremo en los humanos saberes después de Compostela.

Ordena labrar su sepulcro y dispone el traslado de sus restos a la iglesia del colegio de Monforte.

Ordena "labrar una capilla y sagrario en la que se coloquen y pongan las reliquias que yo tengo", las cuales detalla. De ellas destacan el "Lignum Crucis" y la "Espina".

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Muere en Sevilla el 18 de septiembre de 1600 a los 77 años de edad. Es enterrado provisionalmente en una bóveda de la capilla de Nuestra Señora de la Antigua. Cumpliendo su deseo, en 1603 se trasladan sus restos al sepulcro que había ordenado construir en el Colegio de nuestra Señora de la Antigua de Monforte. Realizado por Gregorio Español, se encuentra en el presbiterio de la Iglesia en una hornacina del lado del evangelio, bajo una estatua orante del Cardenal realizada por el escultor Juan de Bolonia . Tiene en frente, del lado de la epístola,  un cuadro de nuestra Señora de la Antigua que oculta tras de sí el sepulcro de su madre Beatriz.

Sello que conmemora el 400 aniversario de la muerte del Cardenal Rodrigo de Castro.

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El colegio de Nuestra Señora de la Antigua es el colegio en funcionamiento más antiguo de Galicia.

La calle central de Monforte de Lemos se llama calle del Cardenal Rodrigo de Castro en honor al fundador del Colegio. Fue el cardenal quien mandó abrirla para conectar la actual Plaza de España con el Colegio y facilitar el acceso desde el centro de la población al edificio.

El cardenal instaura en Monforte una fiesta en honor de las reliquias que almacenaba.

En Sevilla hay una calle que lleva su nombre.

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Linaje y escudo
Nacimiento
Sacerdocio
Testamento
Reconocimientos

HISTORIA DEL COLEGIO

Su construcción comenzó en 1593 pero problemas económicos, juicios, incendios y otras adversidades han hecho que se produjesen diversos parones en las obras. La obra actualmente construida no se terminó hasta comienzos del siglo XX y a mayores, la idea y proyecto inicial del Cardenal Rodrigo de Castro sigue sin terminarse.

1586: El Cardenal contacta con los jesuitas para que dirijan un futuro colegio en Monforte.

 

1590: El Cardenal decide acometer la obra de una gran institución docente en Monforte. Encarga a Fernando Ruiz de Castro (VI conde de Lemos) la elección del lugar en que se construirá el edificio.

 

1591: El Cardenal compra unos terrenos junto al río Cabe (dando poderes al VI conde de Lemos) y otorga poderes a don Álvaro Losada Quiroga para administrar la obra en proyecto. La extensión adquirida rondaba las nueve hectáreas y media, estableciendo sus límites el río Cabe, el arroyo de San Lázaro, terrenos comunales y propiedades particulares.

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Encarga al arquitecto italiano Veremundo Resta el diseño de la Iglesia (debía de ser más suntuosa de lo habitual en los edificios jesuitas) y al jesuita Andrés Ruiz el resto del edificio, destinado a casa y escuela. No se conservan las trazas originales, pero sí un documento de contratación que describe las obras con minuciosidad.

1592: Se formaliza la compra de terrenos por escrituras del 29, 30 y 31 de enero, por un total de 1.600 ducados.

Se convoca la primera fase de las obras en Astorga y en el mes de octubre se realiza la subasta en Monforte con dos lotes por separado,

  • la Iglesia. se adjudica a Juan de las Cajigas por 18.000 ducados.

  • la vivienda y el colegio la obtienen los maestros Diego de Isla, Macías Álvarez, Gregorio Fatón y posteriormente se une su hermano Gonzalo Fatón.

Se conserva el acta notarial en la que se especifican las condiciones de ejecución de las obras.

1593: La magnitud de la obra, en general, y de su fachada principal, en particular, requería un espacio en las inmediaciones de ésta desde donde pudiera ser apreciada en toda su amplitud. El Cardenal como experto viajero por toda Europa sabe que grandes monumentos no se pueden observar en todo su esplendor por la aglomeración de casas en sus proximidades. por ello, solicita al Concejo municipal la donación de unos terrenos delante del edificio para que queden libres formando una gran plaza. 

El 6 de febrero, el Concejo de Monforte por unanimidad dona al cardenal un terreno de 500 por 400 pies delante de la fachada principal.

El terreno cedido fue a su vez donado por el Cardenal al Colegio para que se pudieran construir casas

con la condición de “dejar libre la plaza conforme a lo que toma la fachada y delantera ... y dejando libre el passo y calle por la plaza como agora lo esta”.

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Si se hubiera permitido construir en los límites de la plaza, posiblemente, en la actualidad 

estaríamos ante la PLAZA MAYOR DE MONFORTE DE LEMOS.

Todavía podría hacerse construyendo:

un nuevo ayuntamiento, un hospital y un albergue del peregrino, un museo, un templete musical,...

Como la idea inicial del Cardenal era que el colegio tuviese cuatro patios y sólo se han construido dos y parte del tercero y que el centro impartiese enseñanzas sólo superadas en Galicia por Santiago,  podría terminarse el proyecto del cardenal terminando la construcción y concentrando en las nuevas dependencias, la Escuela Oficial de Idiomas, La Universidad a Distancia, El Conservatorio de Música y añadir por ejemplo, estudios superiores de Turismo y de Educación Especial, Biblioteca, Sala Wifi, Salón de Actos, Organismos y Fundaciones Educativas y Culturales,...

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Pongo una vista aérea de la zona, tomada de "San Google", para que arquitectos y urbanistas jóvenes, jubilados con espíritu jóven, profesionales activos y ciudadanos en general, presenten proyectos genéricos de reordenación de la zona, de manera que, la idea del cardenal y los intereses de la casa del Conde de Lemos (Casa de Alba), de los Escolapios y de los monfortinos actuales confluyan y queden satisfechos.

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1593: Comienzan las obras. Como Andrés Ruiz se ausentaba de la obra en numerosas ocasiones, nombran al jesuita Juan de Tolosa maestro mayor de las obras del colegio. Juan de Tolosa introduce modificaciones notables en los diseños iniciales.

El 6 de febrero el Concejo de Monforte dona al Cardenal el terreno para lonja o plaza ante el edificio del colegio.

El 11 de junio, en Madrid, se realiza la escritura de fundación y dotación del colegio con los términos comentados anteriormente.

Llegan a Monforte los primeros jesuitas que inicialmente se albergan en una casa adquirida  por el Cardenal para ello.

 

1594: El Cardenal visita Monforte de julio a noviembre y decide ampliar la fachada (pasa de 80 m. a 109 m.) añadiendo dos cuerpos laterales a partir de las torres de los extremos y una galería en la parte superior.

También ordena la apertura de una calle de 30 pies de ancho para mejorar el acceso al colegio (actual calle del Cardenal).

Andrés Ruiz firma unas trazas de la ampliación, pero no se llevaron a cabo pues fueron modificadas por Juan de Tolosa según la traza general que presenta al Cardenal.

Crea una Fundación cuyos patronos son los Condes de Lemos y sus sucesores, a la que encarga amparar, honrar y favorecer al colegio.

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Traza general de la fachada-Juan de Tolo
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1598: Muere Juan de las Cajigas y se paran las obras de la iglesia.  El Cardenal otorga poderes a la condesa doña Catalina de Zúñiga para que establezca un nuevo contrato con los hermanos Fatón. A propuesta de éstos se hace una medición y tasación de lo obrado que se encarga a Juan de Tolosa.

Estaban construidos los cimientos de todo el edificio, casi toda la planta baja, gran parte del primer piso, gran parte de la iglesia, se comenzaba la escalera principal y uno de los patios de los tres que debían construirse.

En la “Tasación de lo obrado y cláusulas para la prosecución del Colegio de Monforte de Lemos”  Juan de Tolosa,  manifiesta “no se ha guardado la traza en que se les remató sino que todo se ha removido y vuelto a otra forma”.

Se encarga la construcción de las bóvedas de la escalera del estudio y de la principal  a Diego Vélez.

Se adjudica por 27.000 ducados la terminación de las obras de la iglesia a Diego Vélez y Gonzalo de Güemes.

 

1599: debido a la peste, muere Juan de Tolosa y numerosos operarios y religiosos.

Se llevaban gastados 150.000 ducados.

 

1600: muere el cardenal Rodrigo de Castro.

Las obras sufren diversas paralizaciones por pleitos entre los miembros de la Fundación, problemas económicos, incendios,...

Juan de Bustamante dirige las obras e introduce más variaciones sobre los diseños iniciales.

 

1608: el rector de los jesuitas Isidoro Zamora acuerda con Simón de Monasterio por 27.000 ducados, la terminación de las obras de la iglesia. Remata la cúpula y la bóveda del presbiterio de la Iglesia.

 

1619: se terminan las obras de cantería de la iglesia. El 4 de agosto se consagra la Iglesia.

Entre los años 1593 y 1619: se acabó la iglesia, la fachada principal y parte de los cuerpos que se articulan alrededor de dos patios colocados a ambos lados de la iglesia. Luego cesaron las obras y prácticamente no se construyó nada nuevo hasta 1699.

1699: Si bien ya existía una sacristía, se construye una nueva que costó 85.694 reales. Al no tener conexión directa con la iglesia, la sacristía se trasladó a una pequeña sala al lado del presbiterio y la nueva construida se ha ido dedicando a otros usos: sala de estudio, oratorio de internos, comedor, biblioteca y actualmente museo.
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1767: expulsión de la Compañía de Jesús de las tierras de la corona española.

Fue una orden perentoria, que no permitió que los 11 religiosos residentes en el colegio se llevasen nada. Los jesuitas permanecieron en el colegio durante 174 años. El rey Carlos III  incauta la fundación del cardenal con todos sus bienes asociados y expide una Real Cédula en la que ordena que el colegio se convierta en Real Seminario.

Se eliminan los emblemas de la Compañía de Jesús en las dos puertas principales de la fachada, la parte superior interna de las puertas que comunican la iglesia, el retablo mayor, los claustros y en cuatro claves de las bóvedas del claustro.

Hasta la llegada de los escolapios el edificio se dedica a diversas funciones: Real Seminario, Centro Real Colegio de Humanidades y Bellas Artes, Instituto Provincial de Lugo

 

1770: la  XII condesa de Lemos (Rosa María de Castro y Centurión) solicita y recupera el patronato sobre el colegio con todos los efectos de la primitiva fundación y los adquiridos por los jesuitas. Dona una cantidad de dinero, para que continuase siendo un centro de estudios públicos para todos los gallegos.

 

1777: muere sin descendencia Joaquín López de Zúñiga Sotomayor y Castro, XIII conde de Lemos, grande de España. Con él se extingue la Casa de Castro como hereditaria del Condado de Lemos, que pasa a la rama familiar más cercana, la Casa de Berwick y Alba.

1824: en el mes de septiembre se produce un gran incendio en el que se pierden documentos esenciales para el conocimiento de la historia del colegio. El XIV duque de Alba y XVIII conde de Lemos (Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva) propietario del edificio ordena su restauración y la ampliación de las enseñanzas que se imparten para convertirlo en Real Colegio de Humanidades y Bellas Artes, lo cual se cumple hasta 1846.

 

1837: Se suprimen los diezmos y el colegio deja de ingresar los curatos de presentación que la Casa de Lemos tenía en Galicia.

 

1842: el colegio deja de percibir la cantidad establecida por doña Rosa María de Castro para culto y reparaciones. Los problemas económicos obligan a suprimir el internado.

Se producen varios cambios en la categoría docente del Colegio.

 

1873: el XV duque de Alba (Jacobo Fitz James Stuart y Ventimiglia) acuerda con los escolapios que éstos se hagan cargo de la gestión del Colegio  e impartan estudios de primera y segunda enseñanza. El 31 de enero firman el contrato el Duque de Alba y el Provincial de los escolapios padre Julián Viñas. Los escolapios se hacen cargo del colegio el 18 de marzo y en octubre/noviembre comienzan el curso con 153 alumnos de primaria.

A los 3 años los escolapios casi abandonan el colegio pues, ni el Duque ni el Ayuntamiento querían pagar lo estipulado en el contrato, afortunadamente se llegó a un acuerdo.

Se abre una etapa de obras y reformas en el edificio y se produce un nuevo incendio.

El arquitecto de la Casa de Alba don Francisco Pérez de los Cobos, informa:

“El edificio, tal como está hoy, está completamente inhabitable y sorprende verdaderamente que haya siquiera un alumno que venga a buscar la enseñanza en un Colegio en esas condiciones. Hay bóvedas vencidas, muros desnivelados, toda la techumbre amenaza desplomarse; dos patios, uno en ruinas y el otro sin terminar, no dejan lugar a dudas de que en un plazo muy breve el edificio desaparecerá y con él la enseñanza”.

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1913: Se vende el cuadro de la Adoración de los Reyes de Hugo van der Goes. El dinero obtenido, permite realizar las obras que terminaron el claustro de los escudos, la fachada lateral derecha y renovar las cubiertas. Las obras estuvieron dirigidas por Pérez de los Cobos y se terminaron en 1930.

Se impartió Enseñanza Primaria, Media y Superior para internos, externos y medio pensionistas.

1931-1936, Segunda República: los escolapios tienen que abandonar el colegio por la ley de Congregaciones Religiosas, la cual, les impedía que se dedicasen a la enseñanza.

 

1936-1939, Guerra civil: El edificio se dedica a actividades docente, sanitaria y militar. 

 

1946-1952: los escolapios vuelven a gestionar el Colegio. El arquitecto Antonio Ferreras dirige la construcción de las plantas superiores de dos de las crujías del patio de las escuelas.

 

1983: cae un rayo sobre la cúpula de la iglesia: destroza los ventanales y el lucernario, levanta parte de los tejados y daña la instalación eléctrica de la iglesia y de parte del colegio.

 

1986: Se reparan los desperfectos originados por el rayo bajo la dirección de Carlos Meijide Calvo. Se coloca un nuevo pararrayos, se limpia la cúpula, se colocan nuevos ventanales y se rellenan las grietas con silicona y mortero.

Posteriormente se renovaron las cubiertas.

 

2002: se rehabilita la escalera monumental bajo la dirección de Carlos Meijide Calvo y su hijo Jorge Meijide Tomás.

Obras 1593 a 1619
Proyecto Inicial
Obras 1699 a 1913
Obras entre 1913 y 2002

(Índice General - Horario visitas - Interés - BIC - 

Arquitectura externa e Interna visitable)

(Iglesia del Colegio)

(Museo del Colegio)

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